
ME MEREZCO TODO LO BUENO Y MARAVILLOSO DEL UNIVERSO
Por supuesto que esta frase comenzó a difuminarse de mi memoria cuando, tiempo después, siendo un poco mayor, al pasar por una crisis emocional mientras discutía con mi madre, esta me miro y me dijo seriamente “Si continuas así, nadie te va a soportar”. Con lagrimas en los ojos, cerré la puerta de mi habitación y continúe sintiéndome terrible. Nunca noté el impacto de dicha oración hasta hace unos días, casi 9 años después.
Las heridas surgieron como tema de conversación una noche, y en ese instante no identifique ninguna, pero unos meses más tarde, mientras meditaba sin ninguna intención, las palabras retumbaron en mi cabeza de nuevo.