La “A” representa la Afluencia y la Abundancia. En nuestra forma más primordial somos un SER con todas las posibilidades. Nos es posible crear cualquier cosa, ese poder es nuestra naturaleza esencial, nuestro Ser interno o Espíritu.
La “B” representa lo Bueno y lo Bello. La evolución implica mejorar cada vez más en todos los sentidos posibles. Crea la conciencia de la riqueza y confórmate solamente con lo mejor, selecciona todo de primera clase y el universo responderá a tus expectativas dándote siempre lo mejor.
La “C” representa Calma o despreocupación y el saber Compartir. Un billón de dólares en el banco, sin la experiencia de la despreocupación y la caridad, es un estado de pobreza. La conciencia de la abundancia es un estado mental. Quien se preocupa por cuánto dinero necesita es realmente pobre, sin importar la cantidad de dinero que se tenga. Comparte despreocupadamente. La fuente de la que todo emana es infinita, ilimitada e inagotable.
La “D” representa Dar y Dharma, pregúntate ¿Cómo puedo servir?, ¿cómo puedo ayudar? ¿Qué servicio puedo dar?. Cuando encuentres dichas respuestas en tu interior, notarás que la gente demanda tus servicios. Dharma es descubrir cual es tu propósito en la vida, tu misión personal a cumplir.
La “E” representa la Esperanza y el Éxito; lo que pidas para ti pídelo para los demás, especialmente para tus competidores y enemigos, alégrate por sus éxitos y los convertirás en tus amigos. La Esperanza determina el resultado. Espera y siéntete merecedor siempre de lo mejor.
La “F” representa la Fe y el Fracaso. Aprende que en cada fracaso reside la semilla del éxito. Son peldaños que nos acercan más a nuestra meta. En realidad el fracaso no existe, sino que es tan sólo el medio de perfeccionar lo que hacemos. Ten fe en ti, en los demás y en el poder que te guía y protege.
La “G” representa la Gratitud y la Generosidad, que son características de una conciencia afluente. Adopta a Dios como modelo a seguir, no hay nadie más afluente y en él residen todas las posibilidades. Los 4 pasos para que un deseo se manifieste son: Espontáneamente o mediante la meditación u oración. Entonces una idea intuitivamente te señala un objetivo. Ten la intención clara de alcanzar dicho objetivo definido. Desea alcanzarlo, pero no te apegues a él. Deja que el universo se encargue de los detalles.
La “H” representa Humor y Humanidad. Sé feliz, y da felicidad con lo que haces a quienes te rodean. Que sea tu objetivo máximo buscar primero la felicidad y todo lo demás seguirá.
La “I” representa la Intención e Intensidad. Toma una decisión inalterable de la que no puedas retractarte. Ten un propósito bien definido; decide alcanzar cualquier cosa que te propongas, sin que nada te desvíe. Deja que el universo te atraiga las oportunidades y mantente alerta para aprovecharlas.
La “J” representa el Justo medio y no Juzgar. Abandona el deseo de clasificar, etiquetar y evaluar las cosas como buenas o malas, correctas o incorrectas. Acalla tu dialogo interno y libera la carga del juicio critico y perfeccionista del ego.
La «K» representa el Kaleidoscopio en el campo de todas las posibilidades. El poder organizador es inherente en el conocimiento. El conocimiento de cualquier clase se metaboliza espontáneamente y produce un cambio en la conciencia, desde donde es posible crear nuevas realidades.
La “L” representa la Libertad y el Lujo. Adopta el lujo y la abundancia como tu estado natural o estilo de vida. Rodéate de lo mejor en todos los sentidos, tu lo mereces. Pero se libre internamente y no crees dependencias con nada. Date la libertad de ser tu mismo y renovarte constantemente.
La «M» representa la Motivación y la Meta. Tomar como meta el ayudar a otras personas a ganar dinero y a que alcancen sus deseos, es una manera segura de que tu mismo logres más fácilmente lo mismo. Motiva y estimula a los demás a crecer.
La “N” representa decir No a lo Negativo. Cuando tengas un pensamiento negativo, dite mentalmente “que pase el siguiente pensamiento, por favor”. Evita a gente pesimista y ambientes negativos, pues bajan tu energía.
La “O” representa los Opuestos y las Oportunidades. Acepta que la vida está formada de opuestos como alegría y tristeza, placer y dolor, luz y oscuridad, salud y enfermedad, amor y odio, metas y obstáculos. Son reconciliables y en esencia sólo un medio para que el alma aprenda mediante los contrastes a ejercer sabiamente el poder del libre albedrío. Son oportunidades a aprovechar para crecer constante.
La “P” representa el Propósito y la Paz. Estamos aquí para descubrir y cumplir nuestro propósito de vida, debemos poder expresarlo en términos sencillos. Saber tu propósito, misión o deber personal te abre las puertas de la potencialidad pura.
La «Q» representa el Quid, esto es cuestionar el dogma, la ideología, la autoridad externa. Sólo cuestionando lo que las personas dan por hecho, lo que creen que es verdad, es como podemos romper con la hipnosis del acondicionamiento social.
La “R” representa Recibir y Regalar. Aprender a recibir es tan importante como saber dar, ambos son aspectos diferentes del fluir de la energía en el universo. Dar y recibir no tiene que ser en la forma de cosas materiales. Puedes regalar una sonrisa o un estimulo.
La “S” representa Servir, Ser y Saber. El dinero es como la sangre, debe circular; aferrarse al dinero hace que se estanque. Para que se multiplique debe circular. El dinero es energía y simboliza el resultado del servicio que damos a nuestros semejantes.
La “T” representa lo trascendente, el talento y el tiempo. Sin un sentido de trascendencia la vida carece de belleza; vivir sin la conciencia del tiempo es entregar el corazón plenamente y sin prisa a cada momento. Un sabio dijo: “No me preocupo por el pasado y no le temo al futuro, porque mi vida está perfectamente concentrada en el presente y la respuesta correcta me llega en cada situación cuando ocurre”. Únete a gente con talentos únicos y comparte los tuyos. El tributo o diezmo es dar sin apego una porción de tus ingresos. Cuando das creas un vacío que debe llenarse y atrae más de lo que diste.
La “U” representa la Unidad y lo Universal. Hay que comprender que hay una unidad interna detrás de la diversidad externa de las cosas. La conciencia de unidad es el espíritu que va más allá de la máscara de separación y fragmentación originada por el ego y los sentidos. Todo es uno, todo es un mismo ser bajo diferentes disfraces, unión es yoga y amor universal.
La “V” representa la Verdad y los Valores. Sin valores sólidos en la vida hay confusión, caos y desintegración. Cuando seguimos los valores que se consideran sagrados, nuestro potencial interno es poderoso y crea cualquier cosa que se desea.
La “W” representa la conciencia de la riqueza (wealth) y la abundancia, que implica la ausencia de preocupaciones monetarias. Las personas verdaderamente ricas nunca se preocupan por perder su dinero, saben que la fuente de donde surge es inagotable. Confía plenamente en que tu poder personal atraerá siempre hacia ti cualquier cosa que necesites.
La «X» representa la expresión de la apreciación y agradecimiento honestos a todos los que nos ayudan. La expresión de gratitud es una fuerza poderosa que genera todavía más de lo que ya hemos recibido.
La “Y” representa el Yacimiento y el Yo Soy. El yacimiento u origen del vigor y la salud esta en el Ser o Yo Soy. Si estamos vertidos hacia las cosas externas nos desvitalizamos. Si estamos en contacto intimo con nuestro Ser real, la energía universal fluye libremente a través de nosotros, sintiéndonos capaces, vigorosos y juveniles.
La “Z” representa el Zumo o gozo de la vida. Es apreciar la vida en toda su vitalidad y exuberancia. Es saber que sólo hay un poder que rige el mundo y que está siempre presente en todo lugar. Es saber que soy eso, que usted es eso, que todo esto es eso y que eso es todo lo que existe. Estar en armonía con eso es enfrentar lo desconocido con despreocupación y libertad. Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades en cada momento del presente. Esto es libertad, más allá del conocimiento del acondicionamiento social, más allá de la prisión del espacio, del tiempo y de la causalidad.
Como en una ocasión dijo don Juan a Carlos Castaneda: «No importa cuál sea nuestro destino específico, siempre que lo enfrentemos con gran abandono.» Esto es despreocupación, esto es alegría, esto es libertad, esto es el gusto por la vida.
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